La mascara que tengo que usar día a día me están agotando las fuerzas. Ya no se quien soy, ni cual sera mi futuro. Todo es tan incierto. No creas, amor, que me he olvidado de ti tan fácilmente. No quiero mirarte, no quiero escuchar tu voz, porque se muy bien que si lo hago, toda mi coraza se caerá al suelo, y me sumergiré en un profundo dolor por tu partida. Maldigo el día en que te fuiste y me dejaste tan sola, maldigo las pocas fuerzas que se te escaparon de las manos. No. No quiero ni siquiera observar por la rendija de tu ventana si estarás despierto, porque llorare, desconsoladamente. No estoy lista para ver tu partida tan cual fue. Quiero recordarte como la ultima vez, sonriendo, seduciendo. Quiero que tu rostro se quede grabado en mi memoria, que tus palabras se queden frescas en mi piel, y así poder seguir caminando en esta tierra de hipócritas e ineptos. Necesito que tu nombre se quede con el dulce saber que tienen tus labios, y que tu voz retumbe en mi consciencia alimentado mis deseos mas ocultos. No puedo ahora... no puedo ni siquiera recitarte un poema. No puedo mirar la luna y recordar que tu también la miras. Solo te quiero conmigo, en mis pensamientos. Dejarte ahí hasta que ya no pueda respirar mas. Tan solo tu recuerdo y yo. Y quiero de nuevo recordarte como la ultima vez, amándome, aunque estés tan lejos de mi.
Miss A.
En el silencio de los que sueñan...