En esta ocasión quiero compartir con ustedes un tremendo post que leí en un foro hace días atrás. Me ha parecido muy detallado, explicado y directo al grano, o esta ves directo a "las sombras de Grey". Gracias, JoshDomine, por permitirme publicar tu entrada original.
Se dice que fenómeno literario llamado "50 Sombras de Grey" ha ayudado a mostrar el BDSM como una opción viable y sana para mantener una relación. Se cuenta que en muchos casos ha ayudado a parejas que se veían sumidas en la rutina, proporcionando la chispa que faltaba en su relación. En otros casos, el lector ha mirado lo que tenía en casa y ha decidido cortar por lo sano y buscar otra persona que le proporcione lo que su pareja no le da, lo cual, siempre que sea para mejorar, también es algo bueno. El problema ha llegado con lo que me he permitido bautizar como "sumisas wannabe".
Una "sumisa wannabe" es lo que comúnmente podríamos llamar "curiosa" pero con un lastre a sus espaldas: la idealización de la figura del amo, pensando que todos serán guapos, ricos y triunfadores. Estas chicas (y seguro que también habrá chicos) buscan un Christian Grey como si la vida les fuera en ello, algo que es un error.
Tu amo perfecto no es el más guapo, ni el que más medios económicos tiene, ni siquiera el más experimentado. Tu amo perfecto es el que te da lo que necesitas. Pero aquí viene el problema: muchas de estas "sumisas wannabe" quieren ser sumisas para experimentar lo que han leído en esa trilogía, algo imposible por dos razones: la primera es que es ficción, y la segunda es que cada relación es distinta. Por mucho que busques un Christian Grey no lo encontrarás, pero tienes la posibilidad de encontrar a alguien que te muestre cosas igual de excitantes y maravillosas, o puede que más.
Y aquí viene otro problema: muchas de esas "sumisas wannabe" quieren ser sumisas sólo por el hecho de sentir lo que la protagonista siente. Muchas de ellas han leído cada libro que ha caído en sus manos, cada blog sobre BDSM que hay por Internet, y ya se sienten sumisas sin haberse visto nunca en medio de una sesión. Muchas de ellas se pondrían a llorar con el primer azote, uno de los que antes había aceptado y que estaba deseosa por experimentar, y saldrían corriendo pensando que ese amo es un monstruo, y que el señor Grey jamás las habría tratado así.
¿Que a dónde quiero llegar con esto? A que a día de hoy, aunque parezca mentira, hay más cantidad de sumisas de boquilla que de dominantes de boquilla, y si ya era difícil encontrar una sumisa con intereses comunes y con predisposición a ser sometida, ahora tienes que andar con pies de plomo para no pasar un mal trago con alguna chica que, esperando fuegos artificiales, se encuentre con que lo que quería no era tener una relación BDSM, si no una relación vainilla con un tipo guapo, rico y triunfador.
¿Qué opináis?