El tapón de las tres de la tarde era tan descomunal como de costumbre. Pero Gabriela manejaba tranquila, mirando de vez en cuando los retoños que llevaba a cargo. Ellos no eran conscientes de lo que ocurría entre las manos de su madre; se limitaban a jugar y hablar. Las piernas de Gabriela estaban mas juntas que de costumbre, pero nadie lo sabia, solo ella... y el hombre que la provocaba justo al otro lado de la linea telefónica. Jamas había tenido un orgasmo en el auto, nunca se había corrido en un lugar tan pequeño y en movimiento, y la sola idea la excitaba. Es que es algo muy difícil de hacer- pensaba mientras manejaba. Y al parecer, su amante podía leerle los pensamientos, pues ante su silencio, le pidió muy dulcemente que juntara mas sus muslos, y se frotara lentamente. El pobre asiento estaba demasiado caliente, y si no fuera porque ese día Gabriela llevaba bragas bajo su falda, lo hubiese mojado todo... o quizá mas tarde recibiría recompensa.
Miss A.
SEGURO QUE LO DEJÓ ENCHARCADO, JEJEJEJEJE...
ResponderEliminarUN BESAZO ANDREA!!!