martes, 5 de noviembre de 2013

Mi mente juega con placeres

Me despierto al sentir el suave tacto de tus dedos sobre mi vientre. Ellos se han convertido en los dueños de mi placer. Así como tu eres ya el dueño y señor de mis más profundos deseos. Me remuevo como serpiente, de un lado para el otro, al sentir como trazas círculos delicados. Mi boca deja escapar un gemido silencioso. Tu aprovechas el momento para introducir un dedo en mi boca. Juegas con mi lengua, mientras comienzas a bajar a ese laberinto secreto de placer. No quiero abrir mis ojos, porque no deseo despertar del todo. Ya me siento tuya, desde aquel momento en que posaste tus ojos en mí. Te deseo, como se desean el mar y la arena. Rozas sólo la punta de un dedo sobre mis húmedos pliegues. Abres mi flor con tanta devoción que mi espalda se arquea de placer. Estoy tan mojada, tan dispuesta para ti. Creo q lloro cuando por fin hundes dos dedos en mi sexo. Abro mi boca por completo mientras proclamo tu nombre. Me siento perdida, completamente tuya, para que hagas conmigo lo que desees. No paras de mover tus dedos en mi cavidad. Lo contraigo cada vez más fuerte para no perder ni un apice esa sensación. Tu mano libre decide jugar con mis pezones. Los pellizcas y los rodeas. Te suplico que no te detengas, que pronto mi liberación va a llegar. Tu boca se encuentra con la mía y nuestras lenguas comienzan a danzar. Siento mi cuerpo tan caliente, y mi piel desnuda grita extasiada. Un tercero me hace compañía. Empujas un poco más y todo el cosmos se cierne sobre mí. Mi cuerpo convulsiona entre las sábanas y tu mano, mientras ahogo mis gritos y gemidos en tu boca. Creo q no voy a parar. Puedo escuchar el choque de tus dedos bañados de miel contra mí. Respiro con tanta dificultad. Tus labios aún siguen con los míos, como si quisieras beber cada gota de placer que sale de mí. Te acercas a mi oído y me susurras un te amo. Comienzas a separar tus dedos de mi carne, con dolorosa lentitud. Y cuando al fin abro mis ojos para verte... sólo me encuentro con la misma pared de hace años. La misma habitación. La misma cama. Y el mismo cuerpo frío de mi acompañante...

Espero encontrarme de nuevo contigo, amado mío. Porque en mis sueños eres el dueño de mis deseos. Y en mi corazón te has tatuado como el hombre a quién amo.

Siempre tuya.
Miss A.

6 comentarios:

  1. Encantador relato erótico que me transportó a un mundo de fantasía e ilusión y que disfruté como si yo fuese su protagonista, no ella, claro, sino, él. te felicito, Miss A. lograste excitarme e ilusionarme. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario. Me emociona mucho q le haya gustado.

      Eliminar
  2. Wow!!!, me encanto, de verdad que me atrapo, lo he leído no se cuantas veces
    felicidades!!!!

    ResponderEliminar
  3. Eres maravillosa, amiga. Ya sabía q ibas a lograr algo tan excitante. Un abrazo, nena ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un besote para ti, mujer! Q me has dado el empujoncito final :)

      Eliminar