viernes, 27 de diciembre de 2013

Cálido Claro De Luna

Sentada a la orilla del río te escuche llegar
Venias a paso lento, seguro de lo que me darías
Pero yo no lo sabía
Solo miraba fielmente la luna 
Como cada noche me apetecía observar

Mi piel reaccionó al más leve roce de la tuya
Cuando te sentaste justo a mi lado a observar la luna
Pensaba que irías a conversar conmigo
Pero solo te limitaste a mirarme
Y fue entonces cuando caí en el hechizo

Como un esclavo que clama por agua
Mi cuerpo pedía a gritos por tu cercanía
Ese mínimo espacio en donde solo existe tu aliento y el mío
Juntos, ahogados en un mismo vacío
Hasta olvidar que existe el mañana

Y bajo el claro de luna me besaste
Fundiste tus labios a los míos
Llevándote todos mis suspiros
Tu alma se ligo a la mía
Para nunca mas marcharte
Miss A. 
Con dulces deseos por besar tiernamente

martes, 17 de diciembre de 2013

Madrugadas Calurosas

Otra noche más, sola como siempre. No me molesta la soledad, de hecho, se ha convertido mi amiga y compañera durante muchos años. Pero en las noches frías de diciembre, mi deseo por sentir el calor de un cuerpo varonil acrecienta. No me quejo, he decidido vivir la vida al máximo y disfrutar de los placeres de la vida por mí misma. Pero hay algo que no puede ser remplazado, ni con dinero ni materia.

Cubro mi delgado cuerpo con una manta gruesa. Me gusta dormir con la ventana abierta y sentir la brisa. Ruedo un par de veces hasta olvidar cuando me quedé dormida. Y es ahí, en la profundidad de los sueños, donde puedo ser libre para sentir el placer que he necesitado. Mi cuerpo se remueve entre las sabanas, y me despierto al sentir unas manos grandes y duras sobre mis hombros. Me tocan con delicadeza, contrastando su áspera piel con el suave vaivén de sus dedos sobre mi piel.

No apetezco abrir mis ojos. Si es un sueño lo voy a vivir a plenitud, dejando que mi mente juegue conmigo. Las manos del intruso bajan por mis pechos, tan solo rozando mis pezones sutilmente. De alguna forma, él sabe muy bien lo que me gusta. Siento la piel erizarse cuando continua su viaje hasta mi vientre. Se detiene, y comienzo a sentir su respiración sobre mi cuello. No pronuncia palabra alguna, pero sé que me desea, lo puedo sentir en su agitada respiración. Una de sus manos decide separar la manta que me cubre, muy lentamente, permitiendo acoplarme a la temperatura exterior. Siento el aire algo frío, pero el calor que emana del cuerpo del desconocido me abriga. Sus manos deciden juntarse para bailar sobre mi vientre. Continua su camino sobre la montaña, para luego, con un dedo, ir en picada hasta la superficie de mi cueva. Me siento tan excitada, que mis piernas las separo, deseando recibir mucho más de aquel hombre. De mi boca comienzan a salir gemidos, bajos y finos para lo que en realidad se merece.

Él sabe como complacerme. Estoy toda mojada para él, deseando recibir su más grande regalo mientras siento mi cavidad abrirse a los intrusos dedos que sumerge con destreza en mi interior. Mi mente se sofoca, levanto mis caderas un poco para pedirle más. Necesito la liberación. Con un ágil movimiento se coloca sobre mi cuerpo.

-         No abras tus ojos.

Su profunda y gruesa voz me hace obedecer sin vacilar. Mi corazón late fuerte y a estas alturas ardo en mi cama. Escucho un quejido rasgado de mi amante nocturno, y con sagrada devoción su empuñadura penetra en mi interior hasta arrancarme todo el aire de mis pulmones. Se abre paso con tanta precisión, clavo mis uñas a su espalda mientras resisto a su fuerte intrusión. Grito de placer, y mi voz se convierte en su acicate de ebullición. Puedo sentir como me desea, puedo saborear en mi boca sus besos apasionados, deseando absorber cada gota de mi cuerpo. Ya no hay espacio para el tiempo, ni siquiera pienso en la ventana abierta. Estoy entregada al más vivo de los deseos, al placer más sublime que existe.

Su miembro sale y entra sensual y decidido. Mi amante no se detiene de embestirme hasta no sentir como comienzo a contraerme. Y cuando estoy llegando a la cúspide de mi éxtasis, me aprieta fuerte contra su pecho mientras logro explotar en un magistral orgasmo junto a él.

Me parece que hasta el aire se ha detenido. Su pesado cuerpo se sostiene sobre sus brazos. Y con un casto beso en mis labios me susurra “volveré” al oído. Baja de mi cama antes solitaria, pero ahora testigo de mi lujuria. Abro mis ojos para ver el rostro del amante que me ha llevado al tope del placer, pero solo alcanzo a ver el destello de su cabello entre la oscuridad de la noche. Parece que me sonríe, pero solo fue algo pasajero antes de ver como desaparece brincando por la ventana. Recuesto mi cabeza en la almohada y suspiro una vez más antes de quedarme dormida otra vez.

Pero algo me inquieta y giro mi cabeza hasta la mesita de noche. Y para mi sorpresa, una nota escrita a lápiz, de caligrafía imponente brilla por los escasos rayos de luna que entran por la ventana.

“Espérame en las madrugadas, hermosa.
Yo complaceré tus deseos.”

viernes, 13 de diciembre de 2013

Deseos Ocultos

Todavía recuerdo cuando era muy joven y miraba las novelas en el televisor. Pensaba que todo seria así, como un cuento de hadas. Pero nada mas lejos de la realidad. Durante años he intentado buscar algo que pueda satisfacer ese deseo dentro de mi cuerpo, pero no lo encuentro. Pues no se trata meramente de amor, es mas bien pasión. Ese dulce y extasiante desenfreno por sentir el calor de unas manos sobre mi piel. Poder sentir la humedad de unos labios hambrientos y una jugosa lengua juguetona queriendo probar laderas desconocidas. Quemarme con el fuego del deseo, vivo y ardiente. Dar vueltas por el éxtasis de la pasión y quedar rendida una y otra vez sobre sus brazos. 

Cuanto desearía tenerlo aquí. Ese hombre sin nombre ni rostro a quien aun no conozco. Aun guardo en mi corazón la esperanza de encontrarlo. 

A veces divago en mis propios pensamientos, imaginando que lo tengo cerca de mi, dirigiendo algunas palabras a mi nombre. Mi piel se eriza de solo pensarlo, pues soy desconocida para sus ojos. Cuanto deseo ser suya, aunque sea tan solo a través del cristal. Despierto y salgo a trabajar, pero por dentro, mi alma sufre y desea la liberación.

  

Por favor, no tardes en llegar. Mírame, mira mi corazón y te darás cuenta de cuanto tiempo llevo esperándote. El esta volviéndose frió y seco. Y no quiero perder lo mas valioso que tengo. Estarás ahí para mi?


Miss A.
Con deseos ocultos para quien los sepa interpretar.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Por pensar en otro...

Aquí les dejo un relato escrito por una amiga, Sali (nombre cambiado, al igual que todos en la historia). Llegó a mi correo hace un tiempo, y este es el momento apropiado para compartirlo.

Saludos de nuevo, Miss A. En esta ocasión quiero contarte algo muy personal que me ocurrió hace un par de días. Como bien sabes, estos últimos años con mi pareja no han sido fáciles. La verdad, ya no creo poder seguir con él. Pero tu sabes las razones por las que me detengo y pienso las cosas con calma. Sin embargo, no pude evitar cometer un desliz mental. Sí, te contaré para que puedas entender. Hace unos meses comencé a interactuar más con uno de mis compañeros de trabajo. La verdad él nunca me había parecido increíblemente atractivo, ya sabes, no es uno de esos que tienen ojos grises y cabello rubio, ni mucho menos un "sixpack" en el abdomen. No es feo, tiene su toque misterioso y "normal". Así que nunca me dio curiosidad por verle a la cara y mirarle los ojos. Además, sabes que nunca mezclo lo personal con lo laboral. Pero un día, había llegado al trabajo hecha una hostia. Tomás (su pareja) estuvo toda la mañana discutiendo y parloteando por una supuesta carta que yo tiré a la basura. Le expliqué muchas veces que no, pero ya sabes como es él. En fin, llegué llena de frustración al trabajo. En un momento dado, tropecé con Diego (su compañero), y como él es mucho más alto que yo y pesado, caí al piso redondita. Él me ayudó de inmediato, pidiendo mil disculpas. Pero en realidad fui yo la despistada. Me invitó una soda allí mismo, y con dudas acepté. Para cuando abrí los ojos, habían pasado 5 semanas, donde cada vez al almuerzo, nos sentábamos a comer y muchas veces con otros compañeros. A todas estas, yo nunca le hablé de mis problemas con Tomás. Pero creo que Diego lo notaba. Cada vez que podía me daba consejos, o me alentaba a salir con las chicas, y en pequeñas veces me decía que contara con él si necesitaba ayuda. Por primera vez, luego de tanto tiempo, me di la "oportunidad" de mirar bien a Diego. Me sentí mal luego de hacerlo, porque yo tengo pareja. Pero... me permití hacer algo diferente por primera vez, algo que me puso el corazón a cien. Los días pasaron y la relación entre Diego y yo se mantuvo en estricta amistad. Mientras que entre mi pareja y yo las cosas seguían empeorando. Una noche, justo cuando acababa de salir de la ducha, Tomás me tomó por sorpresa frente a nuestra habitación. No supe que hacer, porque siendo honesta, sólo mantenemos relaciones sexuales una vez a la semana, y a veces pasan dos. Hemos llegado a ese punto, donde él me busca para su placer, y yo... a mi ya no me hace falta. Porque estaba tan harta de repetírselo de todas las formas habidas y por haber, que ya dejé ese tema en el traste!! Pero bueno, como decía, Tomás me tomó por sorpresa. Y de repente, me besó. Primero suavecito, y luego sentí como su lengua arrasaba la mía. Me vi presa por la pasión que él demostraba. Y sin aviso me quitó la toalla para dejarme desnuda frente a él. Entonces pasó. Le mentí a la mente, le mentí a mis ojos, a mis oídos, a todo! Me imaginé que era Diego quién me tocaba y me besaba. Y no sabes como me puse. De pronto parecía una fiera. Hasta me avergüenzo de decirlo así, pero es la verdad. Lo agarré del cuello y lo tiré a la cama. Comencé a quitarle su ropa como una salvaje, pero no era a el quien en realidad deseaba hacer aquello. Terminamos desnudos, yo encima de mi pareja, y sin miramientos cabalgue sobre su polla como si se me fuera la vida en ello. Lo miraba, pero veía los ojos de Diego, su cuerpo imaginario, escuchaba su profunda voz pronunciar mi nombre. Movía mi cuerpo desquiciada de arriba para abajo y de al frente hacia atrás. Y luego de una sesión de treinta minutos tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida. Me corrí gritando, a toda voz, y si no llego a morder mis labios a tiempo, gritaba el nombre de mi amante imaginario. Creo que a Tomas le estuvo bien extraño mi comportamiento, pero, el simplemente no dijo nada mas que un "oh Dios, mujer, que maravilla". Me siento culpable, por pensar en el cuerpo de otro, por sentir ese deseo prohibido. Y ahora vivo cada día con la piel en llamas, en especial cada vez que veo a Diego en el trabajo. Aun no he terminado con mi pareja, aun no he cruzado mas allá de la amistad que tengo con Diego. Y... no se que hacer. Me ayudas?

Yo le respondí el mensaje hace un tiempito atrás  pero no pondré la respuesta aquí  Quiero esperar unos días para contarle como le ha ido a mi amiga Sali. Si desean dejar algún comentario siéntase libre de  hacerlo.
Un beso húmedo.
Miss A.

martes, 5 de noviembre de 2013

Mi mente juega con placeres

Me despierto al sentir el suave tacto de tus dedos sobre mi vientre. Ellos se han convertido en los dueños de mi placer. Así como tu eres ya el dueño y señor de mis más profundos deseos. Me remuevo como serpiente, de un lado para el otro, al sentir como trazas círculos delicados. Mi boca deja escapar un gemido silencioso. Tu aprovechas el momento para introducir un dedo en mi boca. Juegas con mi lengua, mientras comienzas a bajar a ese laberinto secreto de placer. No quiero abrir mis ojos, porque no deseo despertar del todo. Ya me siento tuya, desde aquel momento en que posaste tus ojos en mí. Te deseo, como se desean el mar y la arena. Rozas sólo la punta de un dedo sobre mis húmedos pliegues. Abres mi flor con tanta devoción que mi espalda se arquea de placer. Estoy tan mojada, tan dispuesta para ti. Creo q lloro cuando por fin hundes dos dedos en mi sexo. Abro mi boca por completo mientras proclamo tu nombre. Me siento perdida, completamente tuya, para que hagas conmigo lo que desees. No paras de mover tus dedos en mi cavidad. Lo contraigo cada vez más fuerte para no perder ni un apice esa sensación. Tu mano libre decide jugar con mis pezones. Los pellizcas y los rodeas. Te suplico que no te detengas, que pronto mi liberación va a llegar. Tu boca se encuentra con la mía y nuestras lenguas comienzan a danzar. Siento mi cuerpo tan caliente, y mi piel desnuda grita extasiada. Un tercero me hace compañía. Empujas un poco más y todo el cosmos se cierne sobre mí. Mi cuerpo convulsiona entre las sábanas y tu mano, mientras ahogo mis gritos y gemidos en tu boca. Creo q no voy a parar. Puedo escuchar el choque de tus dedos bañados de miel contra mí. Respiro con tanta dificultad. Tus labios aún siguen con los míos, como si quisieras beber cada gota de placer que sale de mí. Te acercas a mi oído y me susurras un te amo. Comienzas a separar tus dedos de mi carne, con dolorosa lentitud. Y cuando al fin abro mis ojos para verte... sólo me encuentro con la misma pared de hace años. La misma habitación. La misma cama. Y el mismo cuerpo frío de mi acompañante...

Espero encontrarme de nuevo contigo, amado mío. Porque en mis sueños eres el dueño de mis deseos. Y en mi corazón te has tatuado como el hombre a quién amo.

Siempre tuya.
Miss A.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Importante Advertencia

Como primera entrada, quiero dejar claro que este blog ha sido creado para la audiencia adulta, con el proposito de disfrutar relatos e historias, ya sean eroticos o de nuestra vida cotidiana. Asi que, ya sea que tienes pareja o estas en la solteria, te invito a montarte en el viaje de las palabras a la imaginacion.

Un Cordial saludo
Miss A