Todavía recuerdo cuando era muy joven y miraba las novelas en el televisor. Pensaba que todo seria así, como un cuento de hadas. Pero nada mas lejos de la realidad. Durante años he intentado buscar algo que pueda satisfacer ese deseo dentro de mi cuerpo, pero no lo encuentro. Pues no se trata meramente de amor, es mas bien pasión. Ese dulce y extasiante desenfreno por sentir el calor de unas manos sobre mi piel. Poder sentir la humedad de unos labios hambrientos y una jugosa lengua juguetona queriendo probar laderas desconocidas. Quemarme con el fuego del deseo, vivo y ardiente. Dar vueltas por el éxtasis de la pasión y quedar rendida una y otra vez sobre sus brazos.
Cuanto desearía tenerlo aquí. Ese hombre sin nombre ni rostro a quien aun no conozco. Aun guardo en mi corazón la esperanza de encontrarlo.
A veces divago en mis propios pensamientos, imaginando que lo tengo cerca de mi, dirigiendo algunas palabras a mi nombre. Mi piel se eriza de solo pensarlo, pues soy desconocida para sus ojos. Cuanto deseo ser suya, aunque sea tan solo a través del cristal. Despierto y salgo a trabajar, pero por dentro, mi alma sufre y desea la liberación.
Por favor, no tardes en llegar. Mírame, mira mi corazón y te darás cuenta de cuanto tiempo llevo esperándote. El esta volviéndose frió y seco. Y no quiero perder lo mas valioso que tengo. Estarás ahí para mi?
Miss A.
Con deseos ocultos para quien los sepa interpretar.
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