Como cada mañana, me acerco a tu cama despacio... recreando el momento con las luces del alba, de tu cuerpo desnudo sobre la cama, con la sabana cubriéndote en parte y tu rostro relajado y feliz...
Te miro y sonrío ante tanta tranquilidad y belleza, luego observo tu cuerpo, ese culito curvilíneo y apetecible, tu espalda, el pelo sobre tu nuca, tus manos bajo la cara... una cara relajada y feliz de ángel bueno.. Me acerco despacio y dejo un fugaz beso en tus labios, luego te arropo con la sabana, ya he disfrutado de tu visión, ahora debo empezar el día... me alejo despacio sin perder de vista tu prometedor cuerpo sobre el lecho...
Despiertas con una extraña sensación, confundida, no sabes si fue un sueño o realidad y buscas sobre tu piel las pruebas de la noche...
El llego como cada noche, sigiloso, con la penumbra de la habitación, se acerco, te acaricio, le beso suavemente con el calor de un ser real y la delicadeza de un fantasma...
Se deslizo bajo las sabanas contigo y en tu duermevela fue recorriendo cada parte de tu cuerpo, cada milímetro de tu piel, sentiste placer, algo intangible pero real, lago que te hizo gozar de forma continuada durante el largo sueño...
Ahora despiertas y buscas esas pruebas, tu sexo húmedo, tus pezones erizados su sabor en tu boca y la definitiva, un pequeño mordisco en una de tus nalgas, imperceptible señal, pero que te demuestra que no fue un sueño... el pro fin durmió, o al menos estuco contigo...
Cómo cada noche, el Alba lleva mis pasos hacia tu lecho...
El largo recorrido nocturno agrego cansancio ami alma y mi cuerpo necesita reposo y refugio...
Te veo sobre la cama semidesnuda tu piel canela brilla con las luces del amanecer y tu cuerpo se protege sobre tu pecho...
Me acerco levanto las sabanas y sigilosamente me acurruco a tu lado...
Mis sentidos se agudizan, huelo tu piel, miro tus ojos cerrados y esa boca entreabierta ofreciendo sus labios de placer...
Nuestros sexos se rozan, noto un ligero movimiento en ti y te acomodas a mi cuerpo, tu cálido vientre se aprieta contra el mio...
Aun dormida tu sexo se abre goloso a mi, y el mio no puede dejar de aceptar esa oferta...
Poco a poco voy entrando en ti, sonríes con los ojos cerrados, placenteramente, tu boca se une a la mía..
Le agradezco enormemente a ese caballero que me escribió esto hace algún tiempito, un increíble creador. Gracias por compartir conmigo un poco de tu imaginación.
Se despide por el momento
Miss A