Miss A.
Deseándoles lo mejor de la vida, hoy y siempre.
Como adultos, disfrutamos los placeres de la vida de distintas maneras. Ahora nos toca decidir si plasmar nuestras vivencias en letras, o almacenarlas en el cajón de los recuerdos.
Seducirte, he pensado la mil y una formas para hacerte sucumbir ante el deseo de tu cuerpo... y el mio...
Sigue el sonido de mi voz, encuentra mis fotos, mis escritos, busca mis canciones, y baila conmigo. Deja que esta noche mi nombre invada tu casa, tu cuerpo y tu mente. Abre las ventanas, enciende una vela, esa que tanto sabes que me gusta y comparte conmigo en silencio una cena. Sabes que iré a por ti, quizá no de la forma en la que esperas por ahora, pero de igual forma lo haré. Y cuando sientas que es el momento, entonces te mostrare cuanto te deseo.Hoy he despertado con las sabanas tragando mi cuerpo. Sabían que las camas, a las siete de la mañana, es cuando te echan el embrujo para que no logres salir de ahí? Pues mi cama es así. A medio día he tenido antojos de comerme una deliciosa pasta con salsa alfredo. Me siento muy feliz al terminarla de hacer, pero me doy cuenta que ya no queda suficiente salsa. Que remedio. Es tarde y estoy cómodamente sentada, terminando de ver una película. La verdad me ha hecho mucha gracia, porque es de esas películas que son tan estúpidas, que te ríes de esa estupidez porque no lo logras comprender. Vamos... a quien no le ha pasado? Me fijo en la hora y me doy cuenta de que ya debo prepararme. Iré a ver un partido de basketball en un parque cerca de mi casa. Me visto muy informal y con mi cabello alborotado, solo iré a ver un partido. Me siento entre las gradas y aprecio el movimiento de la bola rebotando sin parar. A lo lejos, al otro extremo del parque, un grupo de chicos juega a la pelota. Estoy enfocada en el partido, pero el grito de uno de aquellos chicos irrumpe en todo el parque. La pelota de bateo le ha pegado en la cabeza y ha caído tirado al suelo. Algunos van a socorrerlo. Unos minutos mas y el partido continua. Me alejo de las gradas, enciendo un cigarrillo, hace horas largas que no lo hago y hoy me apetece hacerlo. Me siento en un banquillo, y cerca de mi pasa un anciano. Me dije "eso.. tranquila, jalalo sin prisa, así es mejor", me sonríe y se va. Veo mientras tanto a una pareja muy joven, besándose emocionadamente. No siento celos, pero mi boca se ha abierto un poco. Estoy apunto de terminar, cuando otro anciano pasa por mi lado, me dice "eres una niña muy linda, porque no me dejas ese poco para mi?" Me hecho a reír, pues a pesar de rondar en los 70, su mente parecía muy clara. Le regalo mi cigarrillo, comienzo a caminar y mirar las personas que pasan con prisas mientras se reanuda el partido. Escucho un llanto de mujer, y me giro para encontrarme con aquella pareja, la chica ha llorado, y sale corriendo diciendo "eres mentiroso, me has engañado" El va tras ella, corre desesperado, le grita para que se detenga y ella así lo hace. El le susurra algo que no logro escuchar, pero parecía algo muy profundo, pues su garganta se movía mucho. El le dio la espalda y comenzó a caminar despacio. La chica, que había cruzado ya una cerca alta de metal, salta sobre ella con mucha agilidad, grita su nombre, el da media vuelta, la ve correr hacia el, y ella se lanza en sus brazos. Sonrió, con mucha satisfacción. El pitido aturde mis oídos anunciando que el partido continua. Busco mi lugar entre las gradas, y dos filas mas abajo me encuentro con un antiguo amigo pasajero de mi cama. No guardo recuerdos muy dulces, pero tampoco desagradables. Ya saben... algo muy neutro. No presto mas atención, y concentro mi vista en el juego. Siento que unos ojos me observan de repente, pero no hago caso. El partido a finalizado. Salgo ligera hacia mi auto, mezclándome entre la multitud y la voz de alguien que al parecer me llama. Me subo al auto y enciendo la música, un regge aparece en la emisora y la subo un poco mas. En la calle veo dos ambulancias.... luego dos luces mas y vuelvo a ver otras dos... y una luz mas abajo y vuelvo a ver otra ambulancia. Que pasa hoy con los accidentes? Llego a mi casa, ceno algo ligero mientras acaricio el lomo de mi gata que ha llegado a pedir mimos. Me doy una ducha, salgo muy relajada. Y ahora me siento aquí, a escribir estas lineas aburridas sin saber la razón. Tal vez solo sean travesuras.
Miss A.
Riendo a carcajadas...
Necesitaba relajación. Mi día había estado de bomba, y mi cabeza no daba para mas. Daban las siete de la noche y una buena ducha podía ser la solución. Salí muy relajada, desnuda, caminando entre las sombras de las paredes que me rodeaban. Solo las estrellas que se colaban por las ventanas eran testigos de mi piel, piel serena y ardiente, que escondían secretos y placeres aun sin descubrir. Llegue hasta mi habitación, encendí el fuego para llenar el aire de aromas a mango, y comencé a leer un dulce relato, entre las cálidas y azules sabanas de mi cama. A cada palabra que leía, mi piel entera se erizaba. Me sentía ahí, entre esas letras, siendo yo quien era seducida, siendo yo a quien tocaban. 
Un día ella se perdió en el camino, la dejaron sola, usada y marcada. Tanto, que jamás volvió a ser la misma. Se recuperó con su amigo el tiempo e invitó a los secretos de la noche para entrar a su vida. Su alma se convirtió en fuego, mas su cuerpo parecía de hielo. Ella ya no era suya, mas tampoco de nadie. Se dio cuenta de como las personas la observaban, a veces con deseo, a veces con envidia. Falló en el proceso, y dejó que la ingenuidad e inocencia hicieran de las suyas y educaran sus días, tal vez con mas ácido de la cuenta.
Cuando las gatitas andan contentas, se quedan para siempre en el mismo lugar, y complacen hasta la saciedad a su cuidador. Esta demás decir que en muchos momentos los arañazos irán y vendrán, no? Y que el cuidador podrá molestarse por lo mala gatita que ha sido. Pero siempre hay soluciones perfectas para mantener la convivencia y relación en paz. Y que mejor que una buena ración de leche y algunos masajes fuertes!
Luego de una semana difícil, mi esposo y yo decidimos ir a dar una vuelta con nuestra hija a una feria. Algunas caballitos mecánicos, montaña rusa. Esos juegos que divierten. La pasamos muy bien. Decidimos regresar muy tarde en la noche a nuestra casa. Pero de camino, acercándome muy despacito a su oído, le ronronee como una gatita. No basto ni un segundo para que el comprendiera lo que deseaba. Esa noche quería ser su sumisa.
Le escuche entrar. Le sentí observarme atentamente, con esa mirada única y penetrante. Se acerco a mi para acariciarme el cabello, con mucha suavidad. Y yo solo me concentraba en el sonido de su respiración. Se alejo de pronto de mi, buscando algo en el armario. Me pidió de pronto que me pusiera de espaldas a el, al borde de la cama, sosteniendo mis manos el el borde, quedando de pie. Y un latigazo fue a parar en mi culo, muy fuerte. Me hizo contarlos, mientras gritaba -uno! dos! tres!- el jadeaba. Comenzó a pasarla la fusta en mi vagina, de manera muy lenta, cuando algo redondo y tibio se metió en mi vagina, primero una, luego otra. Reconocí al instante las bolas chinas. Y para cuando estaban las dos adentro, otro azote paro en mi culo.