lunes, 3 de marzo de 2014

El salón de las promesas

El profesor Rafael abusaba duramente del lápiz sobre su escritorio, mientras observaba y esperaba alguna respuesta de sus estudiantes. Una hora entera hablando sobre la diferencia entre la pasión y la lujuria, y nadie podía dar ni una opinión. Así que, sin esperarlo, Lorena levanto la mano, nerviosa por la desconocida reacción de su profesor. Rafael levanto la vista, asombrado al ver la pequeña y blanca mano de Lorena, temblando desde el fondo.

- Señorita Lorena! Tiene algo que decir?
- Bueno... yo... creo que...
- Nada! No tiene nada que decir!

El profesor Rafael se levanto de su silla vieja, molesto y cansado, acariciándose la sien.

- La clase ha terminado- todos se levantaron asustados y nerviosos- Lorena, tu quédate, debemos conversar seriamente.

La tierna y asustada Lorena bajo su cabeza, deseando que la tierra se la tragara. Mientras todos sus compañeros salían, ella solo se limito a quedarse sentada frente al escritorio de su profesor.

- Bien, ya todos se han ido y ahora podemos hablar.
- De que quiere hablar? Es por la clase de hoy? Por favor, no vaya a...
- Tranquila, Lorena. Solo quiero ayudarte a tener claro esas diferencias.

Lorena no tenia la menor idea de porque su profesor le hablaba de esa manera, tan caballeroso, tan sutil. Era cierto que ella había tenido fantasías con su profesor. Que chica no las tiene? El era todo un hombrazo. Pero tambien era cierto que estaba fuera de su alcanza, en todos los aspectos.

- Lorena, ven y acércate aquí- el profesor le señalo su regazo, y la mirada de Lorena se contrajo de tal forma, que no se podía distinguir si era miedo, terror, deseo, asombro, o placer.
- Pero... eso no esta bien. Usted... yo... la clase...
- Ya no hay nadie aquí, Lorena, estamos solos. Y voy a explicarte esas diferencias.

Como un pequeño gatito curioso, Lorena se acerco, hasta ver la figura de Rafael sentada al otro lado del escritorio. Miro atentamente sus piernas, hasta sus muslos. El tenia una mano sobre la rodilla, y la movió repetidamente para invitarla a sentarse sobre el. Respiro profundamente, antes de sentarse sobre el. Debía existir alguna ley contra el regazo de los profesores.

- Esto no se debe hacer- le dijo Lorena, tímida y nerviosa.

Rafael se acerco a su oído, muy muy cerca, y dejo una mano sobre las piernas de la joven.

- Se muy bien como me has mirado. Debiste darte cuenta como yo te he mirado a ti. Eres tan hermosa, como las flores de primavera. Tan cálida como el sol, pero tan serena como el mar quieto.
- Profesor...
- Para ti soy Rafael. Dentro de estas paredes solitarias. Voy a explicarte la diferencia entre la pasión y la lujuria. De acuerdo?


Lorena estaba hipnotizada, envuelta en nubes desconocidas y húmedas, pues no podía creer que su profesor le estaba susurrando al oído aquellas palabras. Con total atención, comenzó a escuchar la melodiosa voz de su cautivador, ese amante que solo se colaba en sus sueños, y muchas veces la hacia suya. A cada susurro de el, Lorena sentía como todos sus músculos se contraían de forma brutal. A veces se removía inquieta, pero la mano de Rafael la calmaba acariciándola por el brazo o sutilmente la espalda.

- ... espero que te haya servido mi explicación.

Lorena aun no lograba salir del trance, la voz la transportaron a lugares mojados y calientes, lleno de rosas y olores.

- Lorena, mi dulce Lorena... te espero mañana a las ocho en punto. Y cuando la clase acabe- el profesor le susurro muy cerca de la boca- Te explicare la diferencia entre el sexo y el amor. Y otro día, sobre el deseo y la necesidad. Y así cada día, Lorena.

Lorena salio navegando en mares de placer. Apenas logro llegar a su auto, y una vez en su apartamento, la luna fue testigo del desgaste mortal de su cama.


Miss A


Gracias, Rafa, por dejarme inspirarme con tus versos. Espero que te haya gustado y logres mandarme muchos mas. Besos.




10 comentarios:

  1. Pues no sé yo si tal como están las cosas hoy día por España (recientemente ha sido denunciado y detenido un profesor por supuestos abusos a chicas de entre doce y catorce años), no, no creo que me gustara ser ese profesor.

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    1. jajajaja vamos... Frank. Como dices eso? Acaso no sabias que las chicas tienen fantasías con profesores? Pero bueno, tu no eres chica jajaja Ademas, mi relato ha sido en un salón de universidad... hay diferencia.

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  2. Bueno, en ningún lugar se especifica eso... y estoy muy sensibilizado con lo que está ocurriendo en el mundo donde la pederastia está tan de auge y tan de moda, ya sea en el ambiente pastoral o de la enseñanza, eso me hace ser muy susceptible y prudente, además de saber que muchos "maduros" se aprovechan de la inocencia de esas niñas, a las cuales engañan con su basta experiencia y sus canas.

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    1. Sus canas!! jajaja perdóname, querido. Pero es que eso de las canas me tomo por sorpresa. Pero mira, yo te entiendo a la perfección. Y te respeto totalmente. Tu sabes que si. Aquí sucede igual, de hecho no quiero hablarte de eso aquí porque el tema seria muy largo e intenso. Pero ya sabes donde encontrarme.

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  3. Voy a explicarte la diferencia entre la pasión y la lujuria. De acuerdo?

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    1. Oh santo poder!!! Ya tiemblo... lo harás en italiano? :)

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  4. JUMMMM A ESAS CLASES SE APUNTAN MUCHAS, JEJEJEJE...
    UN BESAZO ANDREA!!!

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    1. jajajaja porque sera? tu sabes porque? Que las chicas tienen un deseo profundo por los profes... Ay Dios!

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